embarazo psicologico en mujeres

Embarazo psicológico

Los embarazos psicológicos se caracterizan porque las mujeres no están embarazadas de verdad. Es decir, no tienen un embrión en su útero, pero sí presentan todos los síntomas de un embarazo real, incluso a veces, los mismos que un embarazo ectópico.

En el caso de los embarazos psicológicos, la mujer puede llegar a sentir que el bebé se mueve y, a veces, incluso puede llegar a producir leche.

Los embarazos psicológicos son más comunes de lo que se piensa y se producen, principalmente, en mujeres jóvenes, con problemas psicológicos o en aquellas que desean ser madres desesperadamente.

Los embarazos psicológicos no son peligrosos, pero sí pueden llegar a ser muy estresantes para la mujer, sobre todo si no se entera de que no está embarazada de verdad hasta que llega el momento de parir.

Si crees que puedes estar sufriendo un embarazo psicológico, lo mejor es que acudas a tu médico de cabecera para que te haga una revisión y te tranquilice.

¿Qué es un embarazo psicológico?

Un embarazo psicológico es un trastorno psicológico en el que la mujer cree que está embarazada, aunque en realidad no lo esté.

Los embarazos psicológicos se caracterizan porque las mujeres no están embarazadas de verdad. Es decir, no tienen un embrión en su útero, pero sí presentan todos los síntomas de un embarazo real, incluso a veces, los mismos que un embarazo ectópico.

En el caso de los embarazos psicológicos, la mujer puede llegar a sentir que el bebé se mueve y, a veces, incluso puede llegar a producir leche.

Los embarazos psicológicos son más comunes de lo que se piensa y se producen, principalmente, en mujeres jóvenes, con problemas psicológicos o en aquellas que desean ser madres desesperadamente.

Los embarazos psicológicos no son peligrosos, pero sí pueden llegar a ser muy estresantes para la mujer, sobre todo si no se entera de que no está embarazada de verdad hasta que llega el momento de parir.

Si crees que puedes estar sufriendo un embarazo psicológico, lo mejor es que acudas a tu médico de cabecera para que te haga una revisión y te tranquilice.

Causas

Los embarazos psicológicos se producen, principalmente, en mujeres jóvenes, con problemas psicológicos o en aquellas que desean ser madres desesperadamente.

Las mujeres que sufren este trastorno pueden tener un deseo inconsciente de ser madres o, simplemente, estar obsesionadas con el embarazo y el parto.

Otras mujeres pueden sentir que tienen un embarazo psicológico después de haber pasado por un aborto involuntario o un embarazo ectópico.

Los embarazos psicológicos también pueden producirse en mujeres que están bajo mucho estrés o que están pasando por un período de cambio importante en su vida, como un divorcio o la muerte de un ser querido.

Síntomas

Los embarazos psicológicos se caracterizan porque las mujeres no están embarazadas de verdad. Es decir, no tienen un embrión en su útero, pero sí presentan todos los síntomas de un embarazo real, incluso a veces, los mismos que un embarazo ectópico.

En el caso de los embarazos psicológicos, la mujer puede llegar a sentir que el bebé se mueve y, a veces, incluso puede llegar a producir leche.

Otros síntomas de los embarazos psicológicos pueden incluir:

  • Cambios en el cuerpo, como aumento de peso, hinchazón de los pechos o aumento del tamaño del estómago.
  • Cambios en el apetito, como náuseas y vómitos.
  • Cambios en el sueño, como insomnio o sueño excesivo.
  • Cambios en el humor, como irritabilidad, ansiedad o depresión.
  • Dolores de espalda, de cabeza o de estómago.
  • Dificultad para respirar.
  • Sensibilidad a los olores.
  • Cambios en el ciclo menstrual.
  • Deseos sexuales.

Los síntomas de los embarazos psicológicos pueden ser muy reales y, a veces, incluso pueden llegar a ser peligrosos para la mujer.

Por ejemplo, las mujeres que creen que están embarazadas pueden dejar de comer o comer en exceso, lo que puede llegar a producir problemas de salud.

También pueden llegar a sentir que el bebé se está moviendo dentro de ellas y, en algunos casos, incluso pueden llegar a producir leche.

Diagnóstico

Los embarazos psicológicos no son peligrosos, pero sí pueden llegar a ser muy estresantes para la mujer, sobre todo si no se entera de que no está embarazada de verdad hasta que llega el momento de parir.

Si crees que puedes estar sufriendo un embarazo psicológico, lo mejor es que acudas a tu médico de cabecera para que te haga una revisión y te tranquilice.

Tu médico probablemente te haga preguntas sobre tus síntomas y te hará un examen físico para descartar cualquier otra causa de los mismos.

También es posible que te mande una prueba de embarazo de sangre para descartar un embarazo real.

Si tu médico no puede encontrar ninguna otra causa de tus síntomas, es posible que te mande a ver a un psicólogo o psiquiatra para que te ayude a tratar tu trastorno.

Tratamiento

Los embarazos psicológicos no son peligrosos, pero sí pueden llegar a ser muy estresantes para la mujer, sobre todo si no se entera de que no está embarazada de verdad hasta que llega el momento de parir.

Si crees que puedes estar sufriendo un embarazo psicológico, lo mejor es que acudas a tu médico de cabecera para que te haga una revisión y te tranquilice.

Tu médico probablemente te haga preguntas sobre tus síntomas y te hará un examen físico para descartar cualquier otra causa de los mismos.

También es posible que te mande una prueba de embarazo de sangre para descartar un embarazo real.

Si tu médico no puede encontrar ninguna otra causa de tus síntomas, es posible que te mande a ver a un psicólogo o psiquiatra para que te ayude a tratar tu trastorno.

Los embarazos psicológicos pueden ser muy estresantes y, a veces, incluso pueden llegar a ser peligrosos para la mujer.

Por ejemplo, las mujeres que creen que están embarazadas pueden dejar de comer o comer en exceso, lo que puede llegar a producir problemas de salud.

También pueden llegar a sentir que el bebé se está moviendo dentro de ellas y, en algunos casos, incluso pueden llegar a producir leche.

Los embarazos psicológicos pueden tratarse con medicamentos, como antidepresivos o ansiolíticos, o con terapia psicológica.

La terapia psicológica puede ayudarte a comprender y tratar los problemas psicológicos que están causando tu trastorno.

También puede ayudarte a aprender técnicas de relajación y a manejar el estrés de una manera más saludable.

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